lunes, 26 de noviembre de 2012

Dante


*Photo by David Long

La Luna se tiñe de desesperanza esta noche,
busco a Bosco (Lee aquí su historia) y no le encuentro.
Su silla en el pub está vacía,
me acerco al hotel en el que pasamos la noche.
Abro la puerta, me golpea ese olor a rancio de los secretos de alcoba y
las promesas incumplidas de un "ya te llamaré",
unos ojos curiosos me miran y me desvisten de inmediato...
Le recuerdo.
Dante
Nos entregó las llaves de la habitación aquella noche. Me alegro interiormente de llevar puesto este vestido ajustado rojo y conjuntado a la perfección con el carmín de labios "rojo perversión", el tono blanco de mi piel y el pelo recogido le dan el aire de seguridad y confianza que hoy me falta a mí, los botines de tacón alto y la ropa interior negra le dan a mi conciencia el alma de puta que necesita.
Dante es delgado, moreno, con unos ojos curiosos que, a duras penas, logran ocultar lo que sus pantalones desean. Demasiado bajito para mi gusto, eso sí, pero demasiado follable para mis ganas...

-¿Sabes algo de Bosco? - Le pregunto.
-Estuvo hace un par de noches con su mujer favorita, Ginebra creo que se llama, una puta barata -
Una punzada de celos me ataca al estómago...No, hace días que no soy capaz de comer nada sin vomitar, solo es eso, me niego a mí misma.
-Me dejó un mensaje cuando estuvimos aquí, necesito encontrarle..
(Necesito follármelo para olvidarme de mí misma, necesito dejar de sentirme sola entre la soledad de sus brazos, dejar de pensar... Con él no hay mentiras, ni dobleces, no hay mañana ni lo espera. Quiero devolverle lo que le han robado, solo un poco de luz. Sé que me desea. ¿Por qué no me ha llamado? ¿Por qué durmió conmigo? ¿Por qué me dejó acariciarle la polla? ¿Por qué la nota al irse? ¿Por qué me ha usado como todos?...)

No se si he dicho todo eso en voz alta o solo lo he pensado en mi cabeza pero Dante me mira sorprendido, su mirada ha cambiado, sería capaz de abofetearle si viera en ellos una pizca de compasión, pero solo es curiosidad, ternura, y comprensión.

-No quiero entrometerme pero, ¿ha pensado que puede estar huyendo de usted para hacerla un favor? ¿Qué puede querer una mujer tan bonita como usted de un tipejo como Bosco? -
-Lo mismo que podría querer de ti, un cuerpo nada más, -le contesto con voz temblorosa - poder caer exhausta sobre la cama y volver a vivir.
-Olvídese de él, es lo mejor.

Me debato entre hacerle caso a mi orgullo y a Dante o a mis más bajas necesidades.
Ganan las segundas..
-Déjame papel y algo para escribir, por favor, le dejaré un mensaje.

Querido Bosco:

Sé que debo dejar de buscarte, pero algo me lo impide.
Necesito sentir el calor de tu cuerpo, quitarme la coraza contigo.
Necesito lo que das, la ausencia de promesas, la falta de un mañana.
Todo mi cuerpo tiembla ante tu solo recuerdo, necesito más...
Probarte, volverte loco, ver el deseo en tus ojos, 
sentir que puedo volver a hacerte sonreir, 
quizá con mis mejillas acaloradas,
quizá con mi espalda arqueada sobre ti, 
quizá con tu polla hundida en mi garganta y el rímel corrido...
Quizá me sienta libre cuando me derrame sobre tu boca,
o contigo dentro.
Quizá ahí encuentre el camino para empezar a andar de nuevo.
Sé que lo deseas.
Sé que me deseas..
Ven.

Saco del bolso un billete de 20, me detengo a escribir algo en él, lo doblo y se lo entrego a Dante junto con la nota para Bosco.
Me doy la vuelta sin más, mordiéndome el labio inferior, camino contoneando mis caderas, me siento observada y deseada. Espero que lea el billete..

Y tú Dante, ¿follarías conmigo en cualquier lugar de este hotel?

Se aleja por las calles oscuras,
sus tacones en el suelo hacen resonar esta canción

Cuan necesario se nos hace a veces un cuerpo para olvidar, generalmente, a otro.
Y ese es nuestro mayor error, refugiarnos en los fantasmas de los demás para sentirnos vivos.

Continuará...











1 comentario:

  1. Eses es mi error, pero me funciona.
    Estupendo cómo siempre.

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