lunes, 11 de noviembre de 2013

Desconocidos


12:30 de una noche que comienza.
Un bar cualquiera, de Barcelona, Madrid o Londres quizás.
Vestido corto de punto, un hombro al aire, pelo recogido y labios rojos.
Dry Martini humedece sus labios.
Una mirada de él, los otros...
Hoy toca la imagen de ingenua.

Camiseta The Ramones, vaqueros desgastados, barba irrita-muslos,
y el pelo largo...al igual que la lengua.
Descarado. La observa.

Dos miradas y una sonrisa después él se acerca.
Roza su espalda, la agarra del brazo, susurra en su oído:

  -No tengas miedo.

Ella tiembla. La dirige al baño. Dos chicas sonríen. Salen.
La apoya contra la puerta, sus dedos le apartan el pelo,
su rodilla le separa las piernas...

Ese hombre huele a pecado.

Una mano en su garganta, una mirada que devora, hambre.
Lenguas jugando, un mordisco en el labio, saliva.
Se aprieta contra su abdomen, duro, caliente, Hombre.
La agarra del culo empotrándola aún más, la levanta,
sus bocas se separan para coger aire. Está empapada.
La deja en el suelo, le da la vuelta, su cara contra la puerta.

  -Me muero por follarte entera...

Una cremallera baja, un vestido sube, un tanga se aparta,
un condón, entra sola... Ella gime, él jadea.
Una mano en su cadera, otra en su hombro, embestidas,
otra...otra...otra...más.
El sabor metálico de la sangre en su labio, fuera alguien llamando.
Tira de su pelo, agarra su cintura, más rápido...
Jadeos al oído, una urgencia, espasmos y un estallido en sus entrañas.

  -No deseaba otra cosa desde que te he visto entrar.

Recupera el aliento aún sin salir de ella.
Acaricia su pelo, vuelve a tener el control de sus latidos.
Esa mujer huele a otoño, a vida.

  -Aún sigo queriendo follarte entera.

Sale de ella, mete sus dedos...

  -Aún sigues queriendo que te folle entera.

Los saca, se los lleva a la boca, los comparte después con ella.

  -Acabemos esto en mi casa.

No puede pensar, se coloca el vestido, él se abrocha.
Esta vez la coge de la cintura, salen del baño.
El rojo de labios ya no está.
En su mirada escrita la promesa de que la noche acaba de empezar...



¿Y quién no? ¿Y quién no se ha hecho la tonta y se ha dejado llevar?
¿Y quién no con un desconocido, una noche?
Dos besos, sin nombres, sin ataduras, sin remordimientos.
¿Y quién no como una perra o como hijo de puta, sin más?







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